Elaboración: La morcilla «seca» es un embutido curado elaborado a partir de tocino y sangre de cerdo condimentados con cebolla y especias (oregano, clavo, sal y pimienta) y embutidos en tripa natural de cerdo. A diferencia de la morcilla fresca, la morcilla seca pasa por un proceso de curado y secado, lo que le confiere características distintivas en cuanto a sabor y textura seca y ligeramente crujiente al morderla.

Sabor: Intenso, rico y ligeramente dulce.

Consumo: ¡Listo para comer! Se consume principalmente como aperitivo o como parte de tapas y platos tradicionales. Se suele cortar en rodajas y se puede servir en una tabla de embutidos. También se utiliza como ingrediente en guisos, arroces o revueltos, aportando su sabor distintivo al plato.

Condiciones de conservación: 0-5ºC

Vida útil: 3 meses

El envasado en bandeja en atmósfera protegida es comúnmente utilizado en la industria alimentaria para preservar la frescura y calidad de los productos, extendiendo su vida útil y garantizando su seguridad alimentaria. Al mantener un ambiente controlado alrededor del embutido, se minimizan los cambios microbiológicos y químicos, lo que ayuda a mantener sus propiedades sensoriales por más tiempo.

Alérgenos: